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INTRODUCCIÓN I: GONZALO OXENFORD

Visitamos la casa de Gonzalo, autor de Suona Divina. En su entrevista hablamos de la amplificación acústica y compartimos las exquisiteces de su colección de discos.

¿Cómo influye la calidad de la amplificación en la experiencia de escuchar un vinilo? ¿Tenés algún equipo o setup favorito para disfrutar la música?

A lo largo de la historia de la grabación de música, las técnicas y las costumbres fueron modificándose mucho. A mí me gustan en particular las grabaciones de música clásica y música de jazz de mediados de la década del 50 en adelante. Esas grabaciones me gusta reproducirlas con sistemas que son similares a los que se utilizaban en ese momento. Mis parlantes, por ejemplo, con los que escucho esas grabaciones que atesoro, son de la década del 50 y tienen ya 70 años, y es muy especial reproducir esos discos de esa manera. Hoy día la electrónica y los parlantes actuales están más diseñados para la música actual que lleva más compresión y no es, a mi experiencia, lo ideal. A lo largo de los años yo fui buscando un sonido y la manera de reproducir estas obras de una manera que las ilumine lo más alto posible, algo que me da mucho placer. Tengo distintos sistemas en mi casa para distintos tipos de grabaciones y de música. Hay discos que los escucho en algún sistema y otros en otros, pero mi sistema principal es el de la sala grande del living, lo fui armando durante muchos años y probando muchas cosas hasta que encontré este sonido actual y esa manera de reproducir esos discos.

Si tuvieras que vestir un vinilo de jazz y uno de música clásica, ¿qué prendas los representarían?

Muchas veces uno asocia determinada música con el momento en el que fue concebida. Me gusta imaginarme situaciones de esas épocas, y si tuviera que pensar en indumentaria o prendas asociadas a esa música, serían las que se utilizaban en ese momento. También voy bastante al Teatro Colón, en donde quizás, cuando yo era chico, se vestía más con ropa más elegante que hoy día. Respecto a la música de jazz, me sucede lo mismo. Quizás me imagino a músicos de jazz de la década del 50’ vestidos con sus pantalones, camisas blancas, algunos usando corbata o sombreros.

 

Tu colección de vinilos debe estar llena de historias. ¿Hay alguna joya rara o un disco que hayas perseguido por mucho tiempo?

Hay muchas historias lindas detrás de algunos discos y cómo uno los consigue. A veces uno compra discos a personas remotas del mundo, a través de eBay en general, y me pasó de comprar discos que ya no tenían caja, ediciones viejas, primeras ediciones en mono, particularmente uno proveniente de Rusia, de un sello ruso que se llama Melodía. Recuerdo que la caja en la que me lo vendió una señora era una caja de bombones donde venían los LPs, es Bach la música, y la caja venía hecha casera y completamente por la señora que me las vendió y los discos estaban muy cuidados. La caja estaba hecha con mucho cariño y no decía absolutamente nada de Bach, me mandó una cartita en ruso diciéndome que esperaba que yo los disfrute mucho y eso a mí me encantó, tengo varias historias del estilo. Otros discos que también atesoro mucho son, la grabación que hizo Walter G.S. King dos semanas antes de morir de la obra Songs Without Words de Felix Mendelssohn. Esa grabación es muy linda y yo tengo como cinco versiones de ella. Tengo cinco discos distintos porque, en general, es una grabación que es muy difícil conseguirla en buen estado. Y la versión Columbia inglesa, también es muy difícil de conseguir, compré muchas, muchas, hasta que di con una que realmente suena bien, pero igual está con bastante fritura. En fin, son dos discos que también atesoro mucho y los escucho con mucha felicidad.

Buenos Aires tiene una fuerte cultura musical. ¿Hay algún espacio en la ciudad donde sentís que la música se amplifica de manera especial, como un club de jazz o una sala de conciertos?

Es muy lindo vivir en Buenos Aires porque está el Teatro Colón que muchos dicen que es el teatro con la mejor acústica del mundo, y probablemente lo sea. Además, es un teatro bellísimo con un edificio maravilloso que da gusto estar ahí, más allá de que después uno termine sentado en una silla escuchando una obra de una forma maravillosa. Es muy lindo el lugar, tengo la suerte de poder ir seguido ahí. Vivo tan solo a 15 minutos del teatro y me doy el lujo de ir casi cada 15 días. Siempre voy a escuchar alguna obra que me da mucho placer y creo que es uno de los lujos de vivir en Buenos Aires, poder escuchar en ese recinto tan maravilloso todas las obras que ahí se ejecutan.

MUSEII apuesta por la versatilidad en la ropa. Si tuvieras que elegir un vinilo que se adapte a cualquier momento del día, ¿cuál sería?

Si tuviera que elegir una grabación para escuchar en cualquier momento del día, creo que serían los Nocturnos de Chopin por Arthur Rubinstein. Rubinstein grabó en la década del 30’ estos Nocturnos, hizo una grabación gloriosa. Después a principios de los 60’, hizo otra grabación cuando él era más grande. Esa es la que escucho casi todos los días, a cualquier momento del día. Quizás la ejecución que hizo cuando era joven es mejor, pero esa grabación suena bastante mal, lamentablemente. Así que termino escuchando la grabación de los 60’, que no deja de ser una maravilla absoluta. Creo que solo es superada por su misma grabación 30 años antes. Es una joyita que se puede escuchar en cualquier momento y que yo disfruto mucho, es muy versátil.

 

Si alguien quisiera empezar a coleccionar vinilos, ¿qué discos le recomendarías como esenciales?

No soy mucho de recomendar discos porque creo que la música es muy personal. La cantidad de obra que hay en el universo ya es gigante y abarca miles de formas, rubros y géneros. Pero sí me gustaría recomendar que se compren discos, que se imaginen que podrán atesorarlos toda la vida, escucharlos muchas veces y disfrutarlos siempre. Los discos que tengo los escucho y los escucho muchas, muchas veces. Algunos muchos más que otros, a veces me he comprado discos que no conocía, los escuché una vez y nunca más los volví a escuchar. No hagan eso, no cometan ese error y encuentren algún disco que aman y que lo quieran escuchar muchas veces, encuentren una buena edición de ese disco y disfrútenla toda la vida. Esa es un poco la idea.

Entrevista: Agustina Goyhman

Estilismo y dirección creativa: Nicole Segal

Fotografía: Ornella Greco

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